¡Mamás!

Su cabello corto de un rojizo oscuro es comparable con su corta estatura, que hace que el mundo se vea más grande; pues, no mide más de 1.60m, pero irónicamente su corazón supera cualquier magnitud mesurable en el mundo. Sus pequeños y negros ojos que casi nunca llevan maquillaje inspiran una extraña ternura, de esa que promueve la sinceridad, de esa ternura que genera mejores personas; esa ternura que inyecta pasión al alma y son gasolina de nuestro quehacer, sus labios son delgados y suaves, así es su rostro, de delicadas facciones y de una pura fluidez, como la del agua en un manantial, su belleza es pura y real, pues no enamora los ojos sino el corazón.

Sus brazos son cortos, pero un abrazo abarca todo el ser, pues son mas bellos que un diamante y más fuertes que el metal, son más grandes que el universo pero son el más diminuto refugio. Sus sentimientos son sinceros, sus lágrimas lastiman sin importar la razón y sin mala intención. Sus palabras son sabias, no importa si las dice con error, de un poder inimaginable al hablar, tiene la fuerza de mil guerreros, pero la sutileza de una verdadera dama. Sus caminar es inconfundible, pues la longitud de sus piernas, crean una danza, de las mas puras, de las improvisadas pero reales, en fin: Sí existe un dios, debe ser ella porque es creadora de vida, es protectora sobretodo, es sabia consejera pero por encima de todo tiene el poder de cambiar vidas y sin importar como es o lo que es, esta dispuesta a perdonar, pues día a día toca las puertas del corazón para simplemente entrar y brindar su infinito amor.  

Si, así es mi mamá, inspiradora como solo ella sabe, no soy poeta, soy escritor, no soy experto, soy ignorante.